Las personas de 18 años de edad o más que recibieron las vacunas contra el COVID-19 de Pfizer-BioNTech o Moderna ya pueden recibir una dosis de refuerzo.
Conozca los hechos.
Mito:
"Ya tuve COVID-19, no necesito vacunarme."
Hecho:
Los científicos aún no pueden decir cuánto dura la inmunidad natural, lo que se recomienda es una vacuna contra COVID para cualquier persona que haya tenido COVID-19 hace más de 30 días.
Mito:
"Ya tenía COVID, no necesito una vacuna."
Hecho:
Los científicos aún no pueden decir cuánto dura la inmunidad natural, lo que se recomienda es una vacuna contra COVID para cualquier persona que haya tenido COVID-19 hace más de 30 días.
Mito:
"Los efectos secundarios de la vacuna son graves y riesgosos."
Hecho:
La vacuna puede causar una reacción a corto plazo cuando su sistema inmunológico entra en acción, pero algunas personas no presentan ningunos efectos secundario.
Mito:
"No hay forma de saber qué es verdad acerca de la vacuna."
Hecho:
Hay buena información ahí fuera. Hable con fuentes confiables como su médico y busque información de las autoridades oficiales de salud pública y seguridad.
Mito:
"La vacuna incluye un microchip y hará que mi brazo sea magnético."
Hecho:
Los rumores y los memes de Internet que dicen que la vacuna puede rastrearlo, recopilar información o magnetizarlo son falsos.
Mito:
"La vacuna me dará COVID-19."
Hecho:
Ninguna de las vacunas contiene el virus vivo que causa COVID-19, entonces una vacuna de COVID-19 no puede enfermarte con COVID-19.
Mito:
"La vacuna causa problemas de fertilidad."
Hecho:
No hay evidencia de que la vacunación cause problemas con el embarazo, el desarrollo de la placenta o el recuento de espermatozoides.
Mito:
"La vacuna se desarrolló demasiado rápido y no puede ser segura."
Hecho:
Las vacunas se desarrollaron, probaron y autorizaron utilizando el mismo proceso riguroso utilizado para otras vacunas exitosas, y la vacuna Pfizer recibió la aprobación de la FDA el 23 de agosto del 21.
Mito:
"Una vacuna de ARNm altera mi ADN."
Hecho:
Las vacunas de ARN mensajero (ARNm) le enseñan al cuerpo cómo protegerse contra enfermedades infecciosas y no interactúan con su ADN o material genético de ninguna manera.
